domingo, 18 de agosto de 2013

Capítulo 35

*Narra Álvaro*

Carlos: Álvaro, no te preocupes tío, se estará retrasando por algo, no será nada.
Álvaro: Puede, pero ya hace como una hora que debería estar aquí, ¿le habrá pasado algo?, mira que me muero.
David: No seas pesimista, será alguna tontería.
Dani: Puede que se haya quedado durmiendo. Álvaro por favor tranquilizate. Si no llega en media hora o así vamos a buscarla a su a casa. Te dijo cuál era su dirección, ¿verdad?.
Álvaro: Si me la dio y también el teléfono de su casa. Chicos creo que voy a llamar a su casa, quiero quedarme tranquilo.
Blas: Venga tío, te acompaño a la habitación y llamas desde ahí.

Subí con Blas a la habitación para llamar a casa de Rocío, debería haber llegado hace más de una hora al hotel, estaba desesperado por saber de ella. Entramos en la habitación y me dirigí directamente hacia el teléfono para llamarla.

Que raro tardan mucho en contestar, voy a intentarlo de nuevo. Contestan.

*Al teléfono*

Álvaro: Buenas, ¿Rocío?
Mujer: No se encuentra, perdón, ¿quién es?
Álvaro: Esto, un amigo. Me puede decir donde se encuentra, es algo urgente.
Mujer: Muchacho, lo siento pero me tengo que ir, Rocío ha sufrido un accidente. De todas formas la han llevado para el Hospital Reina Sofía. Lo siento pero me tengo que ir.
Álvaro: Gracias por todo. Adiós.

*Cuelgo el teléfono*

Me quedo paralizado y me derrumbo en el suelo sobre mis rodillas y escondo mi cara en mis manos, ha sufrido un accidente, pero cómo, tengo que ir a verla, me da todo igual, quiero estar a su lado. Siento a Blas zarandeándome intentando tener una respuesta mía, consigo recomponerme para hablarle.

Blas: Álvaro, ¿Qué pasa?
Álvaro: Lo peor, ha sufrido un accidente.
Blas: Pero, ¿Cómo?
Álvaro: No sé, pero me voy para el hospital para saber de ella, me da igual todo, una mujer, creo que era su madre, me ha dicho donde estaba así que me voy ya.
Blas: Álvaro te reconocerán y además nos dijiste que sus padres no lo sabían. Va a ser muy fuerte para ellos en estos momentos.
Álvaro: Lo sé, pero no puedo quedarme aquí. Cuentale tú a los demás, yo me voy ya. Adiós.

Me despedí rápidamente de Blas me encaminé a la salida en busca de un taxi. No sabía a donde me dirigía, ni que me iba a encontrar, pero tenía que ir.

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