jueves, 30 de mayo de 2013

Capítulo 27

No podía estar mejor, el sexo con Álvaro era genial, era una pasión que se volvía irresistible, era como una droga y yo me estaba volviendo adicta a esa droga.
Estábamos abrazados en la cama, pero a la vez tristes porque nos teníamos que separar.

Yo: Álvaro no quiero que te vayas, te quiero mucho. 
Álvaro: Ni yo tampoco, pero pensaba volver el fin de semana, Son tres días para estar juntos.
Yo: Ya quiero que llegue el fin de semana.  
Álvaro: Y yo. Venga vamos a vestirnos y a bajar, los chicos tienen que estar esperando. 
Yo: Creo que serán comprensibles y se esperarán.
Álvaro: Espero que no suba ninguno a molestar.

No terminó de hablar cuando llamaron a la puerta. Me miró como si me estuviese diciendo "te lo he dicho", nos reímos sabiendo que eran ellos desesperados porque no llegábamos. 
Álvaro se levantó para abrir la puerta. Álvaro abrió la puerta.

David: Álvaro tío, te estamos esperando.
Álvaro: Ya vamos...
David: Por lo menos ya habrás terminado la maleta.
Álvaro: Pues no, estaba muy preocupado, por decirlo de algún modo..
David: Venga ya Álvaro... Vamos que te ayudo.

No le dio tiempo a reaccionar a Álvaro cuando David entró en la habitación mientras yo me estaba vistiendo. Nos miramos, yo me quede sorprendida porque como me estaba vistiendo no tenía la suficiente ropa sobre mi cuerpo, estaba casi desnuda. Él se me quedó mirando sin tener ninguna respuesta sobre sí mismo.

Álvaro entró rápidamente en la habitación y sacó a David a empujones para que dejase de mirarme. Me vestí ante aquella escena...

sábado, 18 de mayo de 2013

Capítulo 26

Llegaba la hora en que nos teníamos que despedir. Tenía que decirle adiós. ¿Por cuánto tiempo? No me quería separar de él. ¡Qué difícil iba a ser ese momento! Era lo más importante para mí.
Todos se fueron a sus habitaciones para terminar de recoger sus cosas, yo subí con Álvaro a la suya para ayudarle.
Entramos en la habitación y mientras él recogía las cosas yo le miraba sentada desde la cama.

Yo: Me encantaría que no te fueses.
Álvaro: Y a mí, o que te vinieses conmigo.
Yo: Eso es imposible, no puedo irme contigo.
Álvaro: Lo sé... No quiero separarme de ti.
Yo: Va a parecer una eternidad.

Dejó la ropa que tenía en las manos y se acercó a mí para abrazarme, intentaba consolarme.
Estábamos abrazados y yo estaba empezando a entrar en un estado en que me iba a poner a llorar en cualquier momento y no me lo pensé dos veces y me lancé a besarle. Iba a estar mucho tiempo sin tener esos labios cerca de los míos, tampoco iba a tener ese cuerpo cerca de mí... Le empecé a besar por el cuello, el hombro, la cara, mientras desabrochaba su camisa. Él se dio cuenta de cuál eran mis intenciones y no tuvo reparo en seguirme. Acostados sobre la cama,él sobre mi ya sin camisa, quitando toda ropa que nos sobraba, introduciéndonos cada vez más en un momento de pasión y sexo que no queríamos que terminase nunca.

martes, 7 de mayo de 2013

Capítulo 25

Acostados en la cama.

Yo: deberíamos levantarnos.
Álvaro: Sí, tenemos que ir con los chicos.
Yo: Álvaro, te tienes que ir, ¿verdad?
Álvaro: Sí, es verdad, pero voy a volver.
Yo: ¿Cómo lo vamos a hacer?, Tú tienes que irte, y yo no puedo ir contigo.
Álvaro: Ahora no se como lo vamos a hacer pero no nos vamos a separar. Vamos a vestirnos y a ir a desayunar con los chicos.
Yo: Vale.

Nos levantamos de la cama y nos vestimos para reunirnos en el restaurante con los demás. Álvaro había recibido un mensaje de David en el que le decía  que en 15 minutos en el restaurante para desayunar y yo avisé a mi madre que iba a llegar a casa para la hora de la comida y que así no se preocuparse...

Yo: Yo ya estoy lista.
Álvaro: Y yo. Vamos.

Salimos de la habitación y nos dirigimos hacia el ascensor par abajar al restaurante. Íbamos agarrados de la mano como una pareja que acaba de pasar la mejor de las noches.
Llegamos donde se encontraban los chicos, estaban desayunando, y creo que tenían medio buffet ellos solos en la mesa.

Nos vieron aparecer y empezaron a sonreír como si tuvieron la más mínima idea de la que había pasado entre Álvaro y yo por la noche.

Carlos: ¡Hola chicos!
David: Que, ¿Habeis pasado mala noche?, parece que no habéis dormido nada...
Álvaro: Chicos... no os paséis.
Dani: No, si se os ve muy... cómodos.
Chicos(Blas, Dani, David, Carlos): Jajajaja...
Yo: Oye, oye, oye!! Álvaro y yo podemos hacer lo que queramos, somos ya mayorcitos.
Blas: Sí, sí, sentaros, ¡Vamos a desayunar!
Álvaro: Algunos ya hemos desayunado...
Chicos: Oooh...
Yo: ¡Álvaro!, jajajaja.
Álvaro: Vale, vale.

Nos sentamos con lo chicos en la mesa del restaurante, era una de ellos, como si los conociese de toda la vida. No creo que pudiese desprenderme de ellos. 

lunes, 6 de mayo de 2013

Capítulo 24


Estábamos en la cama acostados mirándonos a los ojos, sonriendo, sintiendo una inmensa felicidad que corría por nuestro cuerpos allí desnudos sin nada con lo que ocultarnos. Yo estaba jugando con su pelo mientras él recorría mi cuerpo con sus dedos haciéndome sentir escalofríos al roce de sus dedos sobre mi piel. ¿Podía ser más perfecto?. Estar allí con él significaba el mas inmenso paraíso hecho a mi medida. 

Yo: Álvaro ha sido tan genial. 
Álvaro: Todo es perfecto. 
Yo: Esto ha significado tanto para mí. 

Empecé a llorar, él intentó consolarme. 

Álvaro: Ey... ¿Por qué estás llorando?
Yo: No importa. 
Álvaro: Si que importa, acabamos de pasar por el mayor momento que se puede tener en pareja y tú estás llorando. ¿Qué es lo que he hecho mal?, ¿Ha sido demasiado pronto?, ¿Qué te ocurre? 
Yo: No has hecho nada mal, en cambio, ha sido lo mejor de mi vida, estas lágrimas no significan nada más que alegría y felicidad. 
Álvaro: ¿Segura?, ¿Es algo que he hecho yo?
Yo: No tranquilo. 

Me abrazó y yo me acurruque entre sus brazos y entramos en un sueño, que seguro, no iba a dejar atrás aquellos momentos de pasión y deseo. 

Desperté por la mañana, seguíamos abrazados y yo dentro de sus brazos, me deshice de sus brazos y me tumbé frente a él admirando su cuerpo, su cara, su pelo, aquellos labios... No quería despertarle, estaba realmente guapo. 
Empezó a revolverse entre las sabanas y se despertó, siempre con su sonrisa característica. 

Álvaro: Buenos días. 
Yo: Buenos días por la mañana... Jajajajaja!
Álvaro: ¿Cómo estás? Guapa salta a la vista, pero por lo de anoche...
Yo: Estoy bien, no te preocupes... Y dices que estoy guapa, entonces es que no te has visto en un espejo. Me encantas. 
Álvaro: Anda, anda, si tengo que tener una cara de mil demonios, al lado tuya ni a ras de suelo. 
Yo: Estás guapísimo y no acepto otra cosa. 
Álvaro: Jummm... Podemos discutir eso. 

Se abalanzó sobre mí y empezó a darme besos, yo no paraba de reírme, me estaba haciendo cosquillas con esos besos. Entonces empecé a devolverle los besos y entramos en un juego que nos llevaría a recordar esos momentos vividos la anterior noche, volvimos ha hacerlo, pero esta vez ya no estábamos nerviosos, ni tampoco se encontraba miedo en nuestros movimientos.

domingo, 5 de mayo de 2013

Capítulo 23


Bajamos en el ascensor a la habitación, estaba nerviosa, no sabía en que estaba pensando él en esos momentos, yo le quería mucho, pero ¿Qué había en su cabeza?. Llegamos a la habitación y nos paramos en la puerta, él me detuvo.

Álvaro: Espera... Te quiero.
Yo: Álvaro yo también te quiero. Quiero estar contigo.
Álvaro: Eres muy importante y quiero tenerte siempre a mi lado.
Yo: Álvaro hasta el infinito.

Nos besamos  y entramos en la habitación y como estaba tan concentrada en él no me había dado cuenta pero la habitación también estaba decorada de una forma muy romántica. ¿Tambien había tenido la ayuda de Blas en eso?, me puse muy nerviosa y él se dio cuenta.

Álvaro: ¿Qué te pasa?
Yo: Nada, solo se me ha ocurrido pensar que esta todo muy bonito y que esto... ¿Te ha ayudado Blas?
Álvaro: Pues... sí, pero no tienes nada por lo que preocuparte, recuerda para mi es como mi hermano.
Yo: Gracias.
Álvaro: ¿Por qué?
Yo: Por todo, gracias por esta sorpresa, gracias por elegirme, gracias por estar aquí conmigo.
Álvaro: Te quiero.

Nos volvimos a besar pero esta vez el tono de nuestro beso cambio a una forma más sensual y más pasional, estaba lista para todo lo que venía. 

Nerviosos por aquel momento tan íntimo que estaba pasando, siempre besándonos, empecé a desabrochar su camisa y él  la mía. Nos sentamos en la cama ya casi sin ropa sobre nuestros cuerpos, nuestras respiraciones eran entrecortadas, nuestros labios no se separaban. Nos quitamos aquella ropa que ya nos molestaba y nos tumbamos sobre las sabanas juntando nuestros cuerpos desnudos y teniendo el momento más íntimo que se podía tener, estábamos haciendo el amor.

viernes, 3 de mayo de 2013

Capítulo 22

Le besé. Le quería, había preparado una sorpresa para mí. ¿Cómo era posible?, todo aquello no parecía real. Le amaba tanto, era tan importante. No podía dejar de besarle y de darle las gracias por aquello.

Álvaro: ¿Te gusta?
Yo: No me gusta, me encanta.
Álvaro: Esto es todo para ti.
Yo: Gracias.
Álvaro: Te quiero.
Yo: Yo si que te quiero. Muchas gracias. 
Álvaro: Gracias a ti por hacerme sentir así. Bueno que te parece que nos sentemos a cenar...
Yo: Esto... Sí.

Me dio un último beso y me ofreció la silla para que me sentase y él lo hizo a continuación de mí justo, en frente.

Yo: Álvaro... es todo tan hermoso.
Álvaro: Gracias, pero lo más bonito de aquí ahora mismo eres tú.
Yo: Álvaro te quiero.
Álvaro: Te quiero.

Mientras cenábamos estábamos hablando de como lo había preparado todo, cómo se le había ocurrido hacer eso, si solo ha tenido unas pocas horas y esto estaba recién preparado...

Yo: Entonces has tenido de compinche a Blas, ¿no?
Álvaro: Pues si, me ha ayudado mucho con todo esto, es mi hermano. De hecho ahora debe de estar contándoselo a los demás lo de esta sorpresa. Mañana van a ser todo preguntas.
Yo: Si se ve que os lleváis todos como hermanos. Todos sois geniales.
Álvaro: Gracias. Espero que te guste la cena.
Yo: Sí, de nuevo gracias Álvaro por esto, es maravilloso.
Álvaro: Solo es algo pequeño para la personita que se ha convertido en lo más importante.
Yo: Álvaro, te quiero.

Se levantó de su silla y se dirigió hacia mi para besarme, yo me levanté parra besarle. No podía dejar de besar esos labios tan irresistibles, eran pura heroína para mí. 
Nos sentamos en el suelo a contemplar el cielo abrazados en una manta en el suelo dándonos un millón de besos. Estábamos bien, pero empezaba a hacer frío y me dijo que si mejor bajábamos a la habitación. Yo no tuve problema.

Álvaro: Empieza a hacer frío, ¿Nos vamos para la habitación?, no quiero que te resfríes.
Yo: Álvaro lo que tu quieras, contigo vivo en un paraíso.
Álvaro: Pues bajamos entonces ¿No?
Yo: Sí.


jueves, 2 de mayo de 2013

Capítulo 21

*Narra Álvaro*

Estaba nervioso, Blas no llegaba, quería salir de allí y estar con Rocío a solas.
Pasaron unos minutos y entonces llamaron a la puerta, yo sabía que era Blas, por lo menos lo pensaba. Dani se levantó para abrir la puerta.


Carlos: ¡A buenas horas vienes Blas!
David: Ya hemos terminado de hablarlo todo.
Blas: ¿Me hacéis un resumen de todo?
Yo: Pues te lo van a hacer ellos, porque Rocío y yo nos vamos.
David: ¿A dónde vais?
Yo: Esto... a dar una vuelta.
Blas: Vale, no me importa. Adiós Rocío, diviertete.
Rocío: Adiós Blas, Adiós a todos.
Todos: Adiós. 
Dani: ¡Pasarlo bien!
Yo: Hasta luego chicos.

Rocío y yo salimos de la habitación y nos dirigimos hacia mi habitación. Nos paramos en la puerta, estaba muy nervioso.

Yo: Espera aquí. 
Rocío: Vale...

Entré en la habitación, miré como estaba todo y cogí el antifaz que se encontraba sobre la mesa. Quería que todo lo que había preparado le gustase. Salí de la habitación, me estaba esperando. Estaba sorprendida, ¿Qué estaría pensando cuando me vio aparecer con el antifaz en mi mano?

Rocío: ¿Para qué es eso?
Yo: Es una sorpresa, ¿Recuerdas?
Rocío: Bueno vale...

Le puse el antifaz y la dirigí por el pasillo hasta llegar al ascensor, donde nos montamos y empezamos a subir.

Rocío: ¿Dónde me llevas?
Yo: Es una sorpresa...
Rocío: Jooo... quiero saberlo.
Yo: Ya falta poco.
Rocío: Vale...

Llegamos a la azotea, Blas lo había preparado todo perfectamente, le ayude a avanzar hasta donde se encontraba la manta en el suelo y cerca de l mesa. Le quité el antifaz.

Yo: Ya puedes mirar.

Ella entre abrió los ojos y en su cara se iluminó una sonrisa. Creo que se lo esperaba. Se giró hacia mí y me besó. 

miércoles, 1 de mayo de 2013

Capítulo 20

Álvaro entró en la habitación y se dirigió a sentarse a mi lado, venía pensativo y sonriente, ¿Quién era?, ¿Qué era lo que le habían dicho que estaba tan contento?

Álvaro: ¡Ey chicos!, ¿De qué habláis? 
David: Nada, preguntándole a tu novia cosillas de ella, cuántos años tiene, qué está haciendo, qué estudia, cosas como esas...
Yo: Muchas de las cosas que tú ya sabes, que ya te he contado.
Álvaro: Ya veo...

Continuamos hablando, pero esta vez yo también intervenía de vez en cuando y daba mi opinión. Pasaron unos minutos cuando alguien llamó a la puerta. Dani se levantó para abrir, era Blas, que se nos unía.

Carlos: ¡A buenas horas vienes Blas!
David: Ya hemos terminado de hablarlo todo.
Blas: ¿Me hacéis un resumen de todo?
Álvaro: Pues te lo van a hacer ellos, porque Rocío y yo nos vamos.
David: ¿A dónde vais?
Álvaro: Esto... a dar una vuelta.
Blas: Vale, no me importa. Adiós Rocío, diviertete.
Yo: Adiós Blas, Adiós a todos.
Todos: Adiós. 
Dani: ¡Pasarlo bien!
Álvaro: Hasta luego chicos.

Álvaro me cogió de la mano y salimos de la habitación después de despedirnos de los chicos. Yo estaba sorprendida porque no pensaba que íbamos a estar solos. Aunque me gustaba estar con los chicos hablando, estar con Álvaro a solas me gustaba mucho más. 

Yo: Álvaro, ¿Dónde vamos? 
Álvaro: Es una sorpresa. Espera aquí.

Nos paramos delante de su habitación y entro solo cerrando la puerta al entrar, tuve que esperarle fuera, salió con un antifaz en las manos. ¿Qué había preparado? y lo más importante, ¿Cuándo?.

Yo: ¿Me vas a tapar los ojos?
Álvaro: Sí, es una sorpresa ¿recuerdas?
Yo: Esta bien.

Entonces me puso el antifaz y me cogió de la mano para guiarme, ¿Dónde me llevaba?. Estaba muy emocionada por aquella sorpresa y algo nerviosa por no saber que esperar.

Capítuo 19

*Narra Álvaro*

La estaba besando sin darme cuenta, tenía unos labios irresistibles, podía pasar toda la vida besándola, pero los chicos nos interrumpieron. Me separé de ella, sin parar de mirarle esos labios que me volvían loco. Me estaba sonriendo y... se estaba mordiendo el labio, en ese momento solo quería estar a solas con ella.

David: Tenemos programado para mañana ir a Telecinco, al especial de Reyes.
Carlos: Es verdad, pero como es por la tarde y entraremos pasado la mitad del programa nos podemos ir mañana por la mañana y llegar allí para la hora de que empiece el programa.

Yo: Me parece bien, aunque no me quiero ir de aquí, quiero estar con ella.
David: Lo sabemos Álvaro, pero tenemos que ir. Tú sabes que si se pudiese nos quedaríamos más tiempo.
Dani: Ya averiguaremos como congeniar todo esto.
Yo: Gracias chicos.

Sabía que ella estaba escuchando todo lo que estábamos hablando, notaba como su mano se movía sobre mi espalda trasmitiéndome que se estaba agobiando.

Entonces sentí que en mi bolsillo mi móvil empezó a vibrar, solo quería pensar que fuese Blas el que me estuviese llamando. Tuve la suerte de que era él.

Yo: Chicos salgo un momento a contestar al teléfono. Os la encargo... Rocío esperame, ya vuelvo.
Le di un beso rápido y salí de la habitación a responder a Blas.

Yo: Blas está todo listo.
(Blas): Sí, está todo perfecto. Tardo dos minutos en llegar y empezamos.
Yo: Gracias Blas, te quiero hermano.

Me dirigí hacía la habitación de David de nuevo, en la que estaban los demás hablando con Rocío. Me centré en ella y me senté a su lado a esperar a Blas para empezar con nuestra... "interpretación".