martes, 30 de abril de 2013

Capítulo 17

Me despedí de Marta y me dirigí a mi casa para arreglarme un poco e irme hacia el hotel. Tardé lo que le prometí, alrededor de media hora. Estaba llegando a la puerta del hotel cuando me dispuse a llamar a Álvaro.

Yo: Hola.
(Álvaro): Hola, ¿Ya estás abajo?
Yo: Sí, ¿Bajas?
(Álvaro): Sí, esperame.
Yo: No me pienso mover.
(Álvaro): Jajajaja, ya estoy bajando.
Yo: Ok¡ Te espero.

Colgué y esperé en la puerta del hotel a que bajase.
Solo tardó dos minutos en aparecer por la puerta, cuando le vi sentí como me llenaba de felicidad, sabiendo que era su objetivo. Se acercó a mi y me besó. Entre besos me empezó a hablar.

Álvaro: Hola.
Yo: Hola... mmm... Me encantas.
Álvaro: Y tú,... ¿Subimos?
Yo: Vale, pero ¿No íbamos a dar una vuelta?
Álvaro: Sí, pero quiero enseñarte algo primero.

Me dio otro beso y nos dirigimos cogidos de la mano hacia su habitación. Llegamos a la puerta de la habitación, íbamos mirándonos con una sonrisa de oreja a oreja, de felicidad, cuando en vez de pararnos en la puerta seguimos avanzando otras dos habitaciones, en la que entramos.

Yo: Álvaro esta no es tu habitación.
Álvaro: Sí, esta es la de David. Ahora estamos todos reunidos, menos Blas está.... durmiendo.
Yo: ¿ Y qué vamos a hacer?
Álvaro: Tenemos que hablar de algunas cosas de los próximos eventos.

Mi cara cambió, él tenía que irse, no podía quedarse más tiempo en Córdoba, había otras ciudades donde tenían conciertos, entrevistas en programas de radio, de televisión... Mi sueño se iba a convertir en una pesadilla.

Álvaro: No te preocupes. Quiero que estés presente, ya que ahora formas parte de mi vida.

Volví a sonreír, me estaba diciendo que me quería, que formaba de su vida.

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