domingo, 14 de abril de 2013

Capìtulo 4


***
Mamá: Rocío despierta!!
Yo: mmm...
Mamá: venga arriba, que hay que ir al medico.
(Abriendo los ojos)
Yo: ya voy.
Me despierto, tengo cita para hacerme una analítica de sangre, y se me hecha la hora encima. Me visto y recuerdo todo lo vivido ayer, no puedo dejar de pensar en que mi amor me contesto a un tweet, algo impensable para mi.
Cuando salí del ambulatorio nos dijimos mi madre y yo a desayunar y después a comprar. Necesitaba llegar a mi casa y contarles a mi primas y a todo el mundo que el amor de mi vida me había contestado a twitter. Todas alucinaron con la noticia, me tenían envidia, pero decían de la buena y que ojala le pasara a ellas.
Esa noche tenia pensado salir a dar una vuelta, pasar tiempo juntas y seguir con la experiencia, pero ninguna podía salir, así que decidí ir yo a ver a quien me encontraba y pasaba el rato. Como primer lugar decidí volver al lugar del concierto para seguir con la emoción, y no para. Después seguí por la zona, y dio la casualidad que me encontré unos amigos de clase que estaban por allí y me uní a ellos.
Yo pensaba en irme pronto, porque la bebida era algo que no me atraía y quería dar una vuelta cerca del hotel donde ellos habían pasado la noche y supuestamente ya no estaban.
Llegué a la puerta yo sola, cuando le había dicho a mis amigos que quería dar una vuelta, estuve rondando la puerta, imaginandomelos ahí, entrando por la puerta, con sus maletas... Cuando me fui a dar cuenta, creyendo ver un sueño, vi pasar a uno de ellos hacía la calle donde yo me encontraba, hacía la puerta. No sabía que hacer, no le decía nada, me acercaba a él.... Me dí cuenta era Álvaro, quien salía por la puerta, como primera opción no me lancé gritando hacía el porque me quedé paralizada, pero en un segundo instante me acerque a él y empecé a hablarle.
Yo: ¡Álvaro!¡Álvaro! - Él se gira hacía mi dirección - 
Álvaro: Hola!
(Me lanzo hacia sus brazos, casi llorando)
Álvaro: Ey¡ no llores...
Yo: ¡Madre mía! Eres tú de verdad, Te Quiero Mucho¡¡¡
Álvaro: Ya lo noto...
Los dos: Jajajaja...
Yo: Oye, ¿ Cómo es que estáis aquí todavía? No se supone que hoy os ibais a Madrid?
Álvaro: Eso parecía, pero la furgoneta se nos ha estropeado y tenemos que quedarnos un par de días más, pero no nos importa, porque no tenemos ningún evento hasta dentro de tres días.
Yo: Qué mala suerte¡, pero si te digo la verdad, ha sido una suerte para mí, te he podido ver después del concierto de ayer. Encontrarme contigo ha podido ser la cosa más increíble y mágica que me podía haber sucedido.
Álvaro: Anda, anda, no digas esas cosas que me pongo rojo...
Yo: Es que es verdad....(jumm...). Y bueno, ¿ Cómo es que estás aquí fuera?
Álvaro: Nada, estaba aburrido de estar en la habitación y decidí salir por los alrededores a respirar un poco el aire.
Yo no hacía nada más que mirarlo y creo que se dio cuenta porque cuando estaba hablando se paró y me dijo.
Álvaro: Oye ¿Qué miras?
Yo(sonrrojada): Pues la verdad lo guapo que eres en persona y así tan cerca.
Álvaro: oye¡ te has dado cuenta que empieza a hacer frío... Porqué no entramos y seguimos hablando, estoy muy a gusto hablando contigo.
Yo: Por supuesto¡
Yo era la mujer más feliz sobre la tierra en esos momentos. Él me pasó su brazo por encima de mis hombros y nos encaminamos hacia el interior del hotel en busca del ascensor, para llegar a su habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario